2009/01/26

CASA MEVA DE TOTA LA VIDA: RONDA DE LA TORRASSA, 109



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Hace unos 60 años hice mi última redacción en el colegio. Con estos antecedentes, no creo que lo que quiero contar resulte literariamente muy brillante.
Me quiero referir a imágenes y sucesos que tengo en el fondo de mi memoria, ya que algunos de ellos son de cuando tenía 5 o 6 años. Mis primeros recuerdos son del barrio y de la casa donde vivía, y donde todavía vivo. La calle no estaba asfaltada y la casa más alta estaba en frente de la mía. Tenía un piso y era propiedad de mi abuelo paterno. La mía, de mis abuelos maternos, era una torre de una sola planta, elevada unos ochenta centímetros sobre el nivel de la calle, y se accedía a ella a través de un jardincito y de una escalera de cuatro peldaños cubierta con una marquesina. La casa estaba reculada con respecto a la alineación de las otras pocas que había, y protegida por una reja de hierro forjado, al estilo de la época. Lo más característico era una torre de base rectangular, que sobresalía unos cuatro metros de la azotea, techada por una pirámide con su correspondiente veleta de los vientos. El conjunto tenía un cierto aspecto de capilla.
Durante la Dictadura, fue famosa en la Torrassa una procesión organizada por la Parroquia de los Desamparados, llamada “de los Pasos”. Al estilo andaluz se cantaban Saetas, y los costaleros y algunos participantes mitigaban sus esfuerzos, y afinaban sus gargantas en las tabernas abiertas a tal efecto. Un "devoto” despistado se empeñó en penetrar en mi casa buscando los altares, ya que creía se trataba de una capilla. Afortunadamente alguien más informado se lo impidió.
Mis abuelos maternos compraron la casa que estamos comentando, de Ronda de la Torrassa, 109 en al año 1930, cuando mi madre tenía 18 años. La proximidad favoreció que conociera a mi padre, que vivía enfrente. Se casaron y el año 1934 nací yo, que todavía no he cambiado de domicilio.
Durante la guerra se construyó un refugio, en el solar existente al lado de la casa (nº 107). Recuerdo que cuando mi familia oía las sirenas avisando bombardeo, recogía lo imprescindible y bajábamos al subterráneo para protegernos.
Años más tarde, el referido solar fue ocupado por una familia que levantó una barraca. Tenían un rebaño de cabras y mi abuela les compraba la leche, que por carencia, era como una bendición.
La Sra. Julia, que era el nombre de la “ocupa” se dedicaba también a un negocio muy lucrativo. Como sea que en aquellos años no existía todavía el puente que une La Torrasa con Santa Eulalia, cobraba PEAJE por dejar cruzar por su solar a las personas que tenían que trasladarse de uno a otro barrio, y querían evitar el rodeo que representaba pasar por el túnel de Riera Blanca.
Fa 50 anys, volíem fer un pis reculat per conservar la façana modernista però l´Ajuntament ens va obligar a fer el pis alineat al carrer, el que va suposar per a nosaltres l'obligació de tirar la façana i que es quedés tal com es avui. La casa datava d´una antiguitat del 1911.
Montserrat Sanmartí

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Montserrat, gracias por compartir tus vivencias sobre el barrio de la Torrassa. La casa era realmente preciosa.

Un abrazo,
David

Regina ha dit...

Montse: moltes felicitats doncs el teu comentari està molt bé. una abraçada. REGINA